Síguenos en:

Mis raíces están en la tierra

El cultivo no es mi trabajo, es mi forma de vivir

Desde pequeña he vivido rodeada de plantas, tierra húmeda y días al sol. Aprendí lo que sé de mi familia y de la experiencia diaria, no de manuales. Mi finca está en Granada, donde el clima y el suelo hacen magia con el tomate cherry. Cada fruto que cosecho pasa por mis manos, sin maquinaria ni procesos industriales.

Del campo al sabor, sin secretos

Así cuido cada tomate, desde que nace hasta que te lo entrego

Cultivo de forma responsable, sin químicos agresivos ni conservantes. Riego con agua limpia, recojo a mano y preparo los pedidos al momento. Todo lo que ves aquí lo he pensado para ti: para que lo comas con confianza y te recuerde a lo que sabías de pequeña, de cuando los tomates olían y sabían a algo.

¿Por qué elegir mis tomates cherry?

Tres razones para confiar en lo que cultivo

Cultivo de forma responsable, sin químicos agresivos ni conservantes. Riego con agua limpia, recojo a mano y preparo los pedidos al momento. Todo lo que ves aquí lo he pensado para ti: para que lo comas con confianza y te recuerde a lo que sabías de pequeña, de cuando los tomates olían y sabían a algo.

Cosecha natural y a pequeña escala

Solo trabajo con una finca en Granada y cultivo sin prisas. Eso me permite mimar cada planta, evitar excesos y recolectar solo lo que está en su punto.

Sabor que no encuentras en el supermercado

Quien los prueba, repite. Mis tomates no pasan semanas en cámaras. Los recojo cuando están listos y los envío frescos, con ese sabor dulce y ácido tan equilibrado.

Trato directo, sin intermediarios

 Aquí hablas conmigo. Si tienes una duda, un pedido especial o necesitas ayuda, soy yo quien responde. Me gusta saber a quién le llegan mis tomates.